La presidenta
brasileña, Dilma Rousseff, vetó doce de los 84 artículos del Código
Forestal, polémica ley de suelos rechazada por ecologistas, y entre
ellos el que planteaba amnistiar a quienes desforestaron ilegalmente,
informaron hoy fuentes oficiales. Los ecologistas de WWF consideran
insuficiente la medida.
Además de ese punto, uno de los que más críticas levantaba
entre los grupos defensores del medio ambiente, Rousseff ha vetado otro
que reducía las áreas de preservación en las márgenes de ríos y un
tercero que limitaba a mínimos las obligaciones de recuperar las áreas
ya degradadas.
El anuncio fue hecho en una rueda de prensa por los
ministros de Medio Ambiente, Izabella Teixeira, Agricultura, Jorge
Mendes Ribeiro, y Desarrollo Agrario, Gilberto José Vargas, quienes
dijeron que Rousseff ha decidido los vetos en favor de la "preservación"
y el impulso a la "producción sustentable" en la agricultura.
Los artículos vetados volverán a ser discutidos en el Parlamento, que podría incluso llegar a anular la decisión presidencial.
Los
grupos ecologistas nacionales y globales, con Greenpeace y el Fondo
Mundial para la Naturaleza (WWF) como puntas de lanza, habían mantenido
durante los últimos meses fuertes campañas en medio mundo con el lema
"Veta todo Dilma", para presionar a Rousseff a rechazar por completo el
texto.
Según los defensores del medio ambiente, el nuevo conjunto
de leyes abrirá puertas a una mayor actividad agrícola en ecosistemas ya
degradados y en particular en la región amazónica, uno de los biomas
más amenazados del planeta y que podría sufrir un impacto "devastador".
En
un último intento por convencer a Rousseff de vetar totalmente el
proyecto, el grupo ecologista Avazz entregó este jueves en la sede de la
Presidencia un documento respaldado por dos millones de firmas
recogidas por internet en todo el mundo, en el que se abogaba por el
veto integral.
"Pedimos el veto porque esa legislación representa
un retroceso para Brasil y el mundo y porque está basado en un modelo
que propone desforestar para desarrollar", dijo a periodistas Pedro
Abramovay, portavoz de Avazz.
Abramovay indicó que, de los dos
millones de firmas, 1,7 millones fueron recogidas en el exterior, y
sobre todo en Alemania y Francia, lo que a su juicio demuestra "la
preocupación mundial" sobre lo que puede suceder con la Amazonía con el
nuevo Código.
Greenpeace, por su parte, que ya había realizado
manifestaciones en favor del veto total en diversas capitales del mundo,
entre ellas Madrid, también hizo postreros esfuerzos no sólo en Brasil,
ya que además realizó ayer una protesta ante la embajada del país en
Tel Aviv.
Los activistas bailaron una capoeira en medio de la
calle y mostraron dos pancartas, una en hebreo y otra inglés, que decían
"Dilma, presidenta de la destrucción del Amazonas".
A la fuerte
presión de los ecologistas se sumó la Asociación de Jueces Federales de
Brasil (Ajufe), la cual denunció que el texto aprobado por el Congreso
puede ser motivo de demandas judiciales, pues contiene "serias
inconsistencias" desde el punto de vista constitucional.
Los
magistrados pidieron asimismo el "veto integral" del Código Forestal y
alertaron de que sus "imprecisiones" causarán "avalanchas de demandas
judiciales" que "intranquilizarán a los productores rurales, y sobre
todo a los pequeños, así como a toda la sociedad".
Por el veto
total se manifestó incluso, en forma infructuosa, el Consejo Nacional de
Seguridad Alimentaria y Nutricional (Consea), un organismo consultivo
de la Presidencia, que alertó sobre el "grave impacto del Código
Forestal sobre la seguridad nutricional de la población brasileña".
Insuficiente para el WWF
Por
su parte los ecologistas del WWF calificaron, en un comunicado, de
desafortunada la decisión de la presidenta que, por insuficiente,
pondrá en duda su credibilidad cuando hable de desarrollo sostenible
ante los jefes de estado en la importante cita de Río del próximo mes.
Jim
Leape, Director General de WWF Internacional, declaró: “Durante la
última década, Brasil ha estado en el camino del progreso económico y
ambiental. La declaración de hoy de la Presidenta Rousseff crea un
futuro incierto para los bosques de Brasil, considerando que el Congreso
puede todavía reducir aún más la protección de los bosques”.EFEverde
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