El producto
utilizado es el biovidrio 45S5, considerado el material con mejores
propiedades biológicas para la recomposición de fracturas, además de un
componente con una enorme capacidad angiogénica que facilita la
vascularización o formación
INNOVAticias.
Un equipo de expertos de la
Universidad de Extremadura y de la portuguesa de Aveiro han diseñado un
preparado de 'tintas' que, depositado a través de un brazo robótico
–técnica de robocasting–, permite fabricar implantes para
regeneración ósea con propiedades mecánicas muy superiores a las
exhibidas hasta ahora por el biovidrio.
El producto utilizado es el biovidrio 45S5, considerado el material
con mejores propiedades biológicas para la recomposición de fracturas,
además de un componente con una enorme capacidad angiogénica que
facilita la vascularización o formación de vasos sanguíneos del nuevo
tejido.
Aun así, a pesar de su enorme compatibilidad con el organismo para
regenerar los tejidos óseos, su aplicación en el ámbito biomédico ha
estado muy limitada debido a su baja resistencia mecánica.
“Su utilización ha estado limitada a la reconstrucción de fisuras
óseas en el oído medio y en la confección de pastas de dientes capaces
de reconstruir el esmalte”, explica el profesor e investigador de la
UEx Pedro Miranda.
El coautor del estudio señala: "El hueso posee una función mecánica y
tiene que soportar cierto grado de carga, y el biovidrio no ha podido
ser utilizado hasta ahora con este fin por su debilidad. Por eso, es
muy importante que hayamos sido capaces de desarrollar un método de
fabricación que permite dotar de integridad mecánica a este material, y
construir piezas de cualquier geometría, de forma automática capa a
capa”.
Nuevos horizontes para la medicina
El descubrimiento permitirá, a partir de ahora, aumentar las
alternativas médicas en el campo de la ortopedia y la odontología.
“Quizás no hayamos obtenido una resistencia que permita reconstruir una
cadera, pero sí que podremos aspirar a la reconstrucción de huesos
sometidos a cargas medias”, ha puntualizado Miranda.
Esta disolución es una suspensión acuosa muy concentrada de polvo de
biovidrio que tiene las propiedades viscoelásticas necesarias para ser
usada en la técnica de moldeo robotizado, lo que permite soportar el
peso de las distintas estructuras porosas de este material.
Ahora la idea, es incorporar al material ya desarrollado nuevos
componentes polímericos, también muy utilizado en la fabricación de
este tipo de implantes, que permitan aumentar la tensión de rotura de
las piezas por un lado, y por otro, la tenacidad o resistencia a la
propagación de fisuras.
Los resultados de las investigaciones realizadas han sido publicadas recientemente en la prestigiosa revista Journal of the European Ceramic Society. Este avance para la medicina regenerativa ha sido efectuado además, con la colaboración de la spin-off Ceramics 3D,
empresa de base tecnológica dedicada, entre otros servicios, al
desarrollo de andamiajes (estructuras porosas) para ingeniería de
tejidos.
Según señalan responsables del trabajo, cuando el daño sufrido por
el hueso tiene un tamaño por encima de los 5 mm, la disposición de
restablecer de forma natural el tejido óseo se torna dificultosa.
Por eso, la medicina trata de sustituir cada vez más los materiales
metálicos que después es necesario extraer, tales como clavos y placas,
por otros degradables que permiten la regeneración sin necesidad de
realizar posteriores extracciones. Uno de los componentes más
investigados en la actualidad es el biovidrio, considerado hasta el
momento como el agente con mejores propiedades biológicas.
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