El trabajo se publica en la revista internacional de química analítica Talanta
 y, según sus autores, introduce mejoras muy relevantes frente a los   
actuales métodos de análisis que se utilizan en el estudio de   
bioacumulación de metales
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Investigadores
 del Departamento de Química Analítica y Análisis   Instrumental de la 
Universidad Autónoma de Madrid (UAM) han desarrollado   un nuevo método 
para determinar de manera directa la presencia de   níquel y hierro en 
muestras sólidas de hojas de plantas, así como en   líquenes.
El trabajo se publica en la revista internacional de química analítica Talanta
 y, según sus autores, introduce mejoras muy relevantes frente a los   
actuales métodos de análisis que se utilizan en el estudio de   
bioacumulación de metales en el medioambiente y en el seguimiento de   
procesos de contaminación.
Hasta ahora las metodologías de  análisis empleadas para determinar  
el contenido de metales en muestras  sólidas medioambientales incluyen  
comúnmente una etapa en la que para  conseguir la disolución de la  
muestra se emplean ácidos corrosivos, lo  que genera cierta cantidad de 
 residuos tóxicos.
Estas metodologías  suelen ser largas y complicadas, lo que  
representa un inconveniente  importante cuando es necesario analizar un 
 número muy elevado de  muestras en un tiempo corto. Además, en muchas  
ocasiones, la  concentración de metal es tan pequeña que simplemente la 
 manipulación de  la muestra para conseguir su disolución puede  
contaminarla y por lo  tanto proporcionar resultados erróneos.
Mejora de la técnica
“El  método que hemos desarrollado permite detectar de forma  
simultánea y en  menos de dos minutos la presencia de estos metales”,  
explica Beatriz  Gómez Nieto, del departamento de Química Analítica y  
Análisis  Instrumental de la UAM y primera firmante del trabajo.
“La  detección se realiza de forma directa, es decir, en muestras  
trituradas  que se analizan sin necesidad de disolverlas previamente, lo
  que supone  acortar los tiempos de análisis de horas a escasos  
minutos”, agrega la  investigadora.
Los investigadores resaltan  que la eliminación de la etapa de  
disolución de la muestra no solo  supone disminuir los costes y tiempos 
 de análisis, sino también  minimizar el riesgo de contaminación de las 
 muestras.
El procedimiento se caracteriza además por su capacidad  de  
determinar con precisión concentraciones muy pequeñas de níquel y   
hierro en las muestras medioambientales. Empleando muestras inferiores a
   1 miligramo, el método puede detectar la presencia de estos metales 
en   cantidades de hasta 25 microgramos  por kilogramo de muestra.
La  metodología fue desarrollada utilizando un espectrofotómetro de  
 absorción atómica de alta resolución y fuente continua (HR-CS AAS) de  
 reciente aparición en el mercado, que dispone, como principal novedad, 
  de un atomizador electrotérmico diseñado especialmente para la   
introducción de muestras sólidas.
En el trabajo los autores  resaltan que su método es respetuoso con  
el medio ambiente, ya que  minimiza la generación de residuos y la  
utilización de compuestos  corrosivos o tóxicos, siguiendo así la  
filosofía de la “química verde' o  sostenible, cuyos principios conducen
  a eliminar o reducir el uso y la  generación de sustancias  
contaminantes en el diseño de productos y  procesos químicos.
 

 
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