La Comisión Europea (CE) verificó que el almacén subterráneo de gas
natural Castor de Vinaròs (Castellón) cumplió con los procedimientos
medioambientales que exige la legislación comunitaria, informó hoy un
portavoz a Efe.
"En ese momento, la Comisión verificó que los procedimientos
adecuados se habían seguido dentro de la principal legislación europea
que es aplicable", entre ellos la evaluación de impacto ambiental,
indicó el portavoz de Medio Ambiente, Joseph Hennon.
Preguntado
por si el Ejecutivo europeo podría intervenir para exigir el paro
definitivo del proyecto, cuya actividad se ha suspendido temporalmente
para estudiar su posible relación con los seísmos registrados en la
zona, Hennon descartó una medida de este tipo.
"Al comprobar que los procedimientos correctos se habían seguido, la Comisión no ha tenido motivos para intervenir", afirmó.
Fuentes
comunitarias informaron a Efe de que este tipo de proyectos gasísticos
"están sujetos a las autorizaciones ambientales en las que se deben
llevar a cabo evaluaciones de impacto, antes de que se puedan conceder
los permisos de construcción".
"Corresponde a las autoridades
españolas dar la autorización, siempre que se cumplan todos los
requisitos de acuerdo con la legislación vigente, incluida la relativa
al medio ambiente", añadieron.
El proyecto Castor cumplió con los
procedimientos exigidos por la directiva comunitaria de Evaluación de
Impacto Ambiental, durante la que se deben determinar los efectos
directos e indirectos de un proyecto en los siguientes elementos a nivel
medioambiental, pero también respecto a los ciudadanos y el patrimonio.
Toda
industria extractora de gran dimensión, como las grandes canteras a
cielo abierto y grandes instalaciones de extracción de gas o de petróleo
-entre las que se encuentra el proyecto Castor- están obligadas por las
normativas europeas a llevar a cabo las evaluaciones de impacto
ambiental.
El proyecto de Vinaròs también cumplió los requisitos
exigidos por la directiva sobre hábitats, que protege a la fauna y flora
de un territorio afectado, y la directiva sobre prevención y control
integrados de la contaminación, según la CE.
Ésta última fija las
obligaciones que deben cumplir las actividades industriales con un
elevado potencial de contaminación, de manera que establece un
procedimiento de autorización para esas actividades y determina los
requisitos mínimos que deben incluirse en todo permiso, en particular
respecto a los vertidos de sustancias contaminantes.
El proyecto
Castor, situado en el mar a unos 25 kilómetros de la costa de Vinaròs y
con una inversión de 1.200 millones de euros, trata de aprovechar un
antiguo pozo petrolífero a 1.750 metros de profundidad bajo el nivel del
mar para almacenar hasta un tercio de la demanda de gas del sistema
durante 50 días.

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