Las
renovables vuelven a denunciar la campaña de las eléctricas de
identificar déficit de tarifa con primas a las renovables. Según los
informes de la CNE, el 41 % del déficit de tarifa proviene del llamado
déficit ex ante
ECOticias.
La energías renovables suponen un
ahorro de más de 4.000 millones de euros anuales en el precio de la
energía. Critican que el Gobierno no haya reformado el mercado
eléctrico, ineficaz y falto de competencia y que genera costes
innecesarios para el consumidor. En el período 2005-2011, las EE.RR.
abarataron el precio de la electricidad en 28.500 millones de euros,
7.600 millones de euros más que todas las primas recibidas.
Catorce asociaciones de renovables denuncian la campaña que
las grandes eléctricas llevan a cabo en la Unión Europea y les acusan de
presionarla para que abandone su apoyo y rebaje los objetivos de
renovables con el único fin de mantener sus beneficios a costa de hundir
al sector. Asimismo, critican una vez más que las eléctricas
tradicionales en España culpen a las primas de ser las causantes del
déficit de tarifa. Las asociaciones de renovables denuncian igualmente
que la reforma del Gobierno no haya acometido una profunda
reestructuración del ineficaz y falto de competencia mercado eléctrico
español.
Eléctricas, déficit de tarifa y seguridad jurídica
Las renovables vuelven a denunciar la campaña de las eléctricas de
identificar déficit de tarifa con primas a las renovables. Según los
informes de la CNE, el 41 % del déficit de tarifa proviene del llamado
déficit ex ante, es decir, el déficit en el que ya se sabe que se va a
incurrir a principios de año pero que los gobiernos deciden no corregir
para no sufrir desgaste político. El 31% proviene de la desviación de
precios del pool, el 5% de la desviación de costes extrapeninsulares y
el 22% del régimen especial, incluida la cogeneración. El hecho es que
en el periodo 2000-2008 el déficit de tarifa fue 8.000 millones de euros
mayor que las primas a las renovables.
Las asociaciones del sector renovable lamentan que las grandes
eléctricas quieran solucionar el problema del déficit de tarifa
eliminando únicamente ciertos costes que afectan por entero al sector
renovable, especialmente a las tecnologías solares, y que aboguen en el
seno de la Unión Europea por la adopción de medidas que no respetan el
principio de seguridad jurídica, como pedir la semana pasada “detener o
reducir drásticamente” las retribuciones a las renovables. Asimismo,
consideran inaceptable que un directivo de una empresa eléctrica, que
precisamente lleva años percibiendo primas renovables, cuestione que se
mantenga en España la apuesta por determinadas tecnologías renovables e
insinúe que si se suspendiera la producción de energía con alguna de
ellas la luz bajaría. Más increíble es que el sector tradicional
cuestione con esta propuesta la seguridad jurídica que tanto reclama
cuando defiende sus inversiones.
Evidentemente cualquier coste del sistema que se dejara de pagar
conllevaría un ahorro en el recibo, por ejemplo, se podrían suprimir los
pagos por capacidad, que ya no son necesarios, los costes
extrapeninsulares, que deberían trasladarse a los Presupuestos Generales
del Estado, la interrumpibilidad, que también debería trasladarse a los
PGE por ser una política industrial, y que ha sido incrementado por el
Gobierno entre 2008 y 2011 en un 117%, etc. También rebajaría la factura
de la electricidad el que las eléctricas hubieran devuelto los 3.400 M€
correspondientes a los costes de transición a la competencia (CTC)
cobrados de más o que a la nuclear y a la gran hidráulica de régimen
ordinario (con una situación muy distinta a la minihidráulica),
tecnologías ya completamente amortizadas por la contribución de todos
los consumidores a los CTC y que perciben unos beneficios excesivos por
su participación en el mercado en condiciones ventajosas, les aplicaran
la rentabilidad razonable que se exige a las renovables. Si desde que
se creó el déficit de tarifa se hubieran corregido estas situaciones, el
déficit no existiría y, por tanto, tampoco la partida correspondiente a
pagar la amortización e intereses del mismo, que fue de 3.182 millones
de euros en 2012.
Renovables rentables, beneficios caídos del cielo y mercado ineficaz
Mientras que las energías renovables han supuesto un ahorro medio en
España de alrededor de 4.000 millones de euros cada año con respecto al
precio del pool, el importe anual de los denominados “windfall profits” o
“beneficios caídos del cielo”, que tienen a las grandes hidráulicas y
nucleares como beneficiarias, es prácticamente equivalente al déficit de
tarifa. El coste del megavatio hora nuclear es de 21 euros, mientras
que su retribución ha estado durante los últimos años en torno a los 50
euros.
En contraposición, las renovables, por su participación en el mercado
reducen el precio del mercado 20 euros el megavatio hora. En el primer
trimestre del año 2013, ese abaratamiento ha superado los 22 euros por
MWh. En el período 2005-2011, abarataron el precio de la electricidad en
28.500 millones de euros, 7.600 millones de euros más que todas las
primas recibidas.
La asociaciones de renovables califican como inadmisible que el
Gobierno haya dejado intacta la parte de la factura eléctrica que
corresponde al mercado y abogan porque las primas sean consideradas como
lo que son, una retribución por la producción de energía, y por tanto
vayan en la parte de la factura reservada a “costes de energía” y no
cuantifiquen como “costes regulados”.
¿Qué sacamos de la tarifa?
Las grandes eléctricas y sus principales ejecutivos piden sacar del
mercado a tecnologías que no controlan, como las solares, en lugar de
asumir sus errores de planificación que les ha llevado a la instalación
desaforada de centrales de gas de ciclo combinado, que están ociosas y
tratan de rentabilizar a toda costa. En total desde el año 2001 han
instalado más de 27.000 MW, algunos de ellos en plena crisis económica.
Lo justifican como apoyo a las renovables cuando la Agencia
Internacional de la Energía cifra la necesidad de un 1 MW de potencia
firme por cada 5 MW instalados de renovables no gestionables. Lo que no
dicen las eléctricas es que los ciclos de gas han recibido subvenciones
como incentivos a la inversión, que es lo que son los eufemísticamente
denominados pagos por capacidad, por el 40% de la inversión. Las
subvenciones recibidas por los ciclos de gas sólo desde 2007 a 2012 han
superado los 3.500 millones de euros.
El sector de las energías renovables español pide la retirada del
parlamento de la Ley del Sector Eléctrico y un Pacto de Estado sobre la
energía que afronte una verdadera reforma energética a largo plazo y que
garantice la seguridad jurídica en nuestro país. Asimismo, está abierto
al diálogo con todos los sectores implicados, tanto para proponer
medidas que permitan resolver el problema del déficit como para
contribuir a la creación de un mix energético sostenible y equilibrado
que se traduzca en un ahorro de costes para el consumidor. En cualquier
caso, tal período de diálogo debería ir acompañado de una auditoria
independiente y profunda del actual sistema eléctrico.
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