En objetivo
principal de esta técnica es encontrar recursos informáticos para
solucionar o investigar problemas sobre escalas de tal magnitud que
sobrepasan el entendimiento humano
INNOVAticias.
La
bioinformática es un campo originado en los años 70, década en la que
se observó la necesidad de recoger la gran cantidad de datos que se
obtenían de la biología. “Es una fusión de la tecnología y la
informática. Ya que la biología genera tantos datos que es imposible
gestionarlos de manera manual, la bioinformática trata de administrar
toda esa información biológica para usarla y entenderla de una manera
más crítica”, explica Rodrigo Santamaría Vicente, profesor de la
Universidad de Salamanca.
En objetivo principal de esta técnica es encontrar recursos
informáticos para solucionar o investigar problemas sobre escalas de tal
magnitud que sobrepasan el entendimiento humano. “Se trata de ofrecer a
la biología aquellas herramientas informáticas útiles que sirvan para
analizar, organizar, adquirir o simplemente almacenar tales datos”,
señala en declaraciones a DiCYT este experto, que a lo largo de esta
semana ha dirigido un curso extraordinario sobre esta materia.
El espacio donde más se utiliza la bioinformática es el de la
biología genómica y las principales áreas de investigación en las que se
está aplicando son, sobre todo, el análisis de secuencias, la
anotación de genomas o el análisis de la expresión génica, entre otras,
aunque “cualquier experimento biológico que trate de abarcar el
genoma de un determinado organismo va a necesitar, en algún punto,
algún tipo de tratamiento informático”, declara Rodrigo Santamaría.
“Su principal ventaja es la posibilidad de analizar mucha cantidad de
datos en un tiempo razonable. Ante un genoma humano, que tiene 25.000
genes, que alguien se pusiera a analizarlos uno a uno o a compararlos
entre dos individuos sería una tarea imposible. Lo que nos ofrece la
bioinformática es la posibilidad de hacer este tipo de análisis a gran
escala”, apunta el experto.
Ahorro de tiempo
Por eso, la bioinformática supone un ahorro en tiempo a la hora del
análisis de datos. “Para el análisis del genoma humano habría que
emplear a 20 personas que analizaran los datos durante cinco meses, pero
gracias a la bioinformática obtener este tipo de análisis es cuestión
de horas”, asegura.
Las herramientas que se emplean en esta disciplina son variadas:
desde programas de escritorio que permiten navegar por un genoma hasta
bases de datos como GenBank , “donde se pueden encontrar todos los
genomas que se han secuenciado hasta ahora”.
Para estudiar todos estos aspectos, a lo largo de esta semana se ha celebrado el curso extraordinario "Acercamiento a la Bioinformática", dirigido por Rodrigo Santamaría y organizado por la Asociación de Biotecnología de Salamanca (ABSAL), en el marco de la II Semana de la Biotecnología, aunque este evento tendrá lugar la semana que viene. “Hemos tratado de proporcionar al alumno un conocimiento general de la bioinformática, así como de analizar cómo se integra esta práctica en el proceso de trabajo biosanitario”, explica.
Para estudiar todos estos aspectos, a lo largo de esta semana se ha celebrado el curso extraordinario "Acercamiento a la Bioinformática", dirigido por Rodrigo Santamaría y organizado por la Asociación de Biotecnología de Salamanca (ABSAL), en el marco de la II Semana de la Biotecnología, aunque este evento tendrá lugar la semana que viene. “Hemos tratado de proporcionar al alumno un conocimiento general de la bioinformática, así como de analizar cómo se integra esta práctica en el proceso de trabajo biosanitario”, explica.
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