Este peaje,
que forma parte de un proyecto de real decreto aún sin publicar,
equivale a cerca del 40% del dinero que este consumidor podrá ahorrar al
año con su instalación.
ECOticias.
El particular que desee instalarse unos paneles fotovoltaicos
para generar instantáneamente su propia electricidad y esté al mismo
tiempo conectado a la red eléctrica tendrá que dedicar de media 129
euros al año a costear el nuevo 'peaje de respaldo' creado por el
Ministerio de Industria, Energía y Turismo.
Este peaje, que forma parte de un proyecto de real decreto aún sin
publicar, equivale a cerca del 40% del dinero que este consumidor podrá
ahorrar al año con su instalación. De evitarse un coste de 332 euros
anuales sin 'peaje de respaldo', pasará a ahorrarse solo 203 euros, 132
de ellos procedentes de la energía y 71 de los impuestos.
Al reducirse los posibles ahorros, el plazo de amortización de un
'kit' de autoconsumo de 6.600 euros pasará de 20 años sin 'peaje de
respaldo' a 33 años con él. Las cifras corresponden a un autoconsumidor
prototípico de 5,5 kilovatios (kW) de potencia contratada y un consumo
anual de 4.800 kilovatios hora (kWh).
Este autoconsumidor medio habrá producido al cabo del año el 30%
de la electricidad para uso propio, mientras que otro 30% lo habrá
tomado de la red y el 40% restante lo habrá vertido, por resultar
excedentaria.
Como las horas del día de más radiacion solar son las centrales, y
como en ese momento el consumo del hogar es menor, la mayor parte de la
energía se verterá a la red. Luego, entre las diez y las doce de la
noche, cuando se consume más y los paneles no funcionan, habrá
presumiblemente una entrada de electricidad desde la red.
En este juego de entrada y salida es en el que se origina la
controversia del 'peaje de respaldo'. El Gobierno y las asociaciones
fotovoltaicas están de acuerdo en que el autoconsumidor debe pagar un
peaje por verter la electricidad y otro por recibirla, pero discrepan
cuando la producción se consume instantáneamente. Industria impone el
nuevo 'peaje de respaldo' para este caso, y las asociaciones lo rechazan
y lo tildan de 'impuesto al sol'.
'KITS' "ALEGALES".
Algunas grandes cadenas como Ikea o Leroy Merlin ya venden 'kits'
de autoconsumo que pueden oscilar entre los 1.500 y los 9.000 euros. Las
eléctricas consideran que detrás de esta práctica había hasta ahora una
situación "alegal", ya que cualquiera de estos aparatos, al inyectar
electricidad sin control en la red, pueden poner en tensión la
instalación eléctrica y provocar graves problemas.
Para las eléctricas, este aspecto justifica el nuevo registro
obligatorio, mientras que el sector fotovoltaico denuncia no tanto este
registro como las sanciones muy graves que se imponen por no
inscribirse, de millones de euros.
En cuanto al 'peaje de respaldo', el objetivo de Industria ha sido
que sirva para sufragar, como hace el resto de consumidores, los costes
regulados del sistema eléctrico, entre los que figuran el transporte,
la distribución, las primas al régimen especial o los costes financieros
del déficit de tarifa.
DEFENSORES Y DETRACTORES.
En total, cada millón de autoconsumidores pagarán 130 millones de
euros al año por un 'peaje de respaldo' que el sector fotovoltaico
considera "desproporcionado" y "discriminatorio". O dicho de otro modo y
conforme al discurso contrario de Industria: cada millón de
autoconsumidores reducirán en 130 millones los ingresos del sistema, por
lo que el resto de consumidores deberá costear este dinero.
En España, el 30% de los clientes domésticos dispone de una
vivienda unifamiliar en la que podrían instalarse paneles. Los
defensores del 'peaje de respaldo' argumentan que si esas residencias se
concentran en una misma zona, por ejemplo en una soleada urbanización
de playa, la distribuidora va a tener que lidiar con el complejo reto de
gestionar una electricidad que, llegado el caso, podría acceder no solo
al tendido de distribución, sino también a la red de transporte.
Además, argumentan que, cuando el autoconsumidor pase a consumir
de la red, tendrá a su disposición todo el sistema de centrales de
respaldo y las infraestructuras de redes eléctricas.
PUNITIVO PARA EL PARTICULAR.
Lo cierto es que el Gobierno, que coincide con los argumentos
anteriores, ha diseñado un real decreto para el autoconsumo que lo
convierte en punitivo para un particular. El usuario convencional paga
unos peajes regulados equivalentes a 64,5 euros por megavatio hora
(MWh), mientras que el autoconsumidor deberá destinar a través del
'peaje de respaldo' 67,5 euros por MWh, un 5% más.
De fondo y como principal motivación para el nuevo 'peaje de
respaldo' persisten los desequilibrios del sistema eléctrico, la
necesidad de responder a los costes en un momento en que los ingresos se
resienten por la menor demanda y el temor a incentivar en exceso nuevas
fuentes de generación, a la vista de la actual sobrecapacidad y de la
experiencia con las primas de algunas tecnología renovables.
La propia estructura de costes regulados del sistema eléctrico
convierte más si cabe a los autoconsumidores en víctimas de la
regulación. El 95% de los costes regulados corresponde a costes fijos,
esto es, a costes que hay que sufragar y que el autoconsumo no ayudará a
reducir, y el Gobierno no parece dispuesto a fomentar una práctica que,
por 'verde' que resulte, reduzca los ingresos y complique su objetivo
de acabar con el déficit de tarifa.

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