El 70 % de las empresas españolas nunca ha compensado sus emisiones de gases de efecto invernadero,
a pesar de su alto grado de conocimiento al respecto, aunque el 30 %
restante no solo apuesta por esta vía sino que lo hace con criterios de
calidad.
Así lo refleja un informe presentado hoy, "La compensación
de emisiones en España en 2012", centrado en las acciones que acometen
las empresas de forma voluntaria, es decir, aquellas no sometidas al
mercado europeo de derechos de emisión (obligadas a comprar CO2 para
reducir sus emisiones contaminantes).
Según el socio director de Factor CO2, Kepa Solaun, se trata de "una
parte pequeña con respecto a lo que representa el mercado regulado: unos
143.000 millones de dólares en 2010"; pero los mercados voluntarios
están en expansión y, respecto a 2009, las transacciones subieron un 34
%.
A partir de un colectivo de 926 organizaciones, la consultora ha
seleccionado una muestra de un centenar para realizar este estudio, en
el que se concluye que las empresas españolas prefieren reducir sus
emisiones de carbono en lugar de compensarlas (neutralizarlas).
Para ello hay, esencialmente, tres razones: la falta de necesidad (80
%), el precio (alto) de la tonelada de CO2 (12 %) y la falta de
seguridad (8 %), según Nahia Nebra, de Factor CO2, una empresa con sedes
en Bilbao, Madrid, Barcelona, Italia, Reino Unido y Tailandia.
El hecho de que siete de cada diez empresas del país nunca hayan
compensado sus emisiones se debe, en consecuencia, a que sus esfuerzos
se centran fundamentalmente en acciones para mitigar los impactos
esperados a consecuencia del cambio climático.
Respecto a los beneficios que tiene la compensación de emisiones para
una organización, la mayoría (51 %) sitúa los de carácter ambiental
como primera opción.
No obstante, un porcentaje elevado (27 %) opina que este tipo de
acciones poseen un fuerte impacto comunicativo y sirven para mejorar la
imagen.
Entre el 30 % que sí ha compensado sus emisiones derivadas de su
actividad productiva, las acciones más habituales han sido neutralizar
las emisiones asociadas a actos y eventos (casi el 40 %).
Por su parte, el importe pagado por cada tonelada de CO2 compensada
se sitúa en la franja de entre 5 y 15 euros, con un precio medio de diez
euros.
La mayoría del mencionado 30 % -perteneciente sobre todo al sector
bancario, automovilístico y alimentario- elige América Latina y África
para llevar a cabo sus proyectos de compensación y un 26 % prefiere
España.
Factor CO2 presta servicios relacionados con el cambio climático, por
ejemplo actualmente diseña una estrategia de lucha contra el cambio
climático para el Estado mexicano de Yucatán, realiza un estudio sobre
impactos de este fenómeno sobre los recursos hidrológicos de Bolivia o
ha calculado la huella de carbono de IKEA España.
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