lunes, 21 de mayo de 2012

El principio del fin de la posidonia

Según los resultados del estudio, se apunta a una "extinción funcional" de la especie con un escenario "moderadamente optimista" de emisión de gases de efecto invernadero.
 ECOticias.
Un estudio realizado por investigadores del Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados (CSIC-UIB) ha revelado que la densidad de plantas de la especie marina Posidonia oceánica podría disminuir un 90 por ciento a mediados de este siglo, debido al calentamiento del agua superficial del Mar Mediterráneo.
   Según los resultados del estudio, se apunta a una "extinción funcional" de la especie con un escenario "moderadamente optimista" de emisión de gases de efecto invernadero.
   Dicho estudio se enmarca en los proyectos españoles VANIMEDAT-2, MEDEICG, ESCENARIOS y el europeo SESAME, y tiene como objetivo "examinar la evolución temporal de la temperatura superficial máxima esperada durante el siglo XXI en el Mediterráneo occidental".
   En este sentido, el investigador del CSIC en el Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados, Gabriel Jordà, ha señalado que "todos los modelos proyectan un rápido calentamiento del agua superficial del mar balear en verano a lo largo del siglo XXI, lo que daría lugar a un aumento de la frecuencia e intensidad de las olas de calor".
   Al respecto, ha indicado que "de media, la temperatura en superficie del agua durante la época estival podría aumentar a finales del siglo XXI en 3,4ºC" y que "a partir del año 2050, la temperatura superaría cada verano los 28ºC, provocando la aceleración de la mortalidad de Posidonia".
   Por otra parte, el investigador del IMEDEA (CSIC-UIB), Carlos Duarte, ha asegurado que a la especie "no le quedan más opciones que adaptarse", hecho que ha considerado de "poco probable, considerando sus bajas tasas de reproducción sexual y mutación", o bien "disminuir drásticamente hasta casi extinguirse".
   En la misma línea se ha mostrado la investigadora del mismo instituto, Núria Marbà, quien ha recalcado que "si se hubiesen mitigado las perturbaciones locales en 2010, la extinción funcional de las praderas se hubiese retrasado una década", y ha insistido en que "si esa mitigación se produjera en 2030, la extinción sólo se retrasaría dos años".

"LA SOLUCIÓN PASA POR LA RÁPIDA ACCIÓN INTERNACIONAL"

   Por ello, ha señalado que "las acciones para mitigar otras perturbaciones locales, a pesar de ser beneficiosas, sólo aumentarían modestamente la resistencia de la especie al calentamiento marino".
   Al respecto, los científicos han indicado que "la única solución para garantizar que este ecosistema milenario continúe proporcionando servicios más allá del siglo XXI es la rápida acción internacional para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero a niveles muy por debajo de los considerados en este estudio".
   Cabe señalar que la Posidonia, especie que pueblan los fondos marinos de Baleares y que se encuentran actualmente en regresión, son una especie con un crecimiento extremadamente lento, y se caracteriza por su longevidad milenaria y por formar extensas praderas hasta los 40 metros de profundidad.
   De entre los beneficios ecosistémicos de la especie, destaca el enterramiento de dióxido de carbono, el reciclado de nutrientes, la protección costera de la erosión y el aumento de la biodiversidad.

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