El actual ritmo de pérdida de las plantas marinas, un tesoro sumergido de carbono, equivale a liberar entre un 15 y 25 % de dióxido de carbono derivado de la deforestación de los bosques del planeta, según un estudio científico español.
Y el "stock" de carbono de esta vegetación, acumulado durante
miles de años, equivaldría al doble de las emisiones anuales del
planeta, ha indicado a la prensa Miguel Ángel Mateo, del Centro de
Estudios Avanzados de Blanes (Consejo Superior de Investigaciones
Científicas), que publicará en breve su estudio en Nature.
Mateo,
que ha asistido esta semana a unas jornadas del Centro de Cooperación
del Mediterráneo de la Unión Internacional para la Conservación de la
Naturaleza (UICN) sobre las Posidonias oceánicas, que poseen el mayor
potencial de captación de carbono.
Incluso atrapan más dióxido de carbono -principal gas causante del calentamiento global- que las selvas amazónicas.
Así, un metro cuadrado de este tipo de vegetación acumula entre seis y 35 veces más de CO2 que un bosque tropical.
En
este contexto, ha explicado que las posidonias, cuya mayor presencia se
circunscribe al Mar Mediterráneo, contienen entre "el 11 y el 89 por
ciento de todo el carbono que han emitido los países ribereños
mediterráneos desde la revolución industrial".
"Es una cantidad
extraordinaria de carbono acumulado. Y la gran diferencia en la
horquilla (11-89 %) obedece a que no se conoce cuánta posidonia hay
realmente; falta más ciencia", ha añadido.
Por tanto, su mayor
potencial -más que la captación de carbono- es conservar estos depósitos
para evitar un eventual retorno a la atmósfera del carbono que
contienen.
"Si quemamos toda la Posidonia, la parte viva y la
acumulada, las emisiones que generarían serían equivalentes a dos años
de emisiones de planeta".
En opinión del científico, "medio
planeta" estudia hoy la captación de carbono en la vegetación marina,
porque se prevé un interés económico.
En este ámbito, el Protocolo
de Kioto de lucha contra el cambio climático puso el foco sobre las
masas boscosas por su capacidad de sumidero de carbono e instrumentalizó
mecanismos para la percepción de pagos a cambio de no talar bosques o
deforestar.
Ahora se pretende equiparar este sistema a los
ecosistemas marinos y se calcula, según los datos proporcionados por
Mateo, que una hectárea de Posidona tiene un valor económico -en
términos de carbono acumulado- de entre 60.000 y 230.000 euros.
Aunque,
matiza el científico, "solo permitiría que entrase en ese juego las
superficies nuevas de posidonia que plantáramos. No quiero que esto
sirva de excusa para emitir más" contaminación.
Sin embargo, con las técnicas actualmente disponibles no es posible plantar esta especie.
La
conservación de la Posidonea oceánica "está fuera de toda duda, desde
el punto de vista del carbono y de los infinitos servicios ambientales
que prestan", ha concluido.
Las jornadas se enmarcan en el
proyecto Life +Posidonia Andalucía, que coordina la Consejería de
Agricultura y Pesca y Medio Ambiente de la Junta, y en el que
participan, además de la UICN, entidades como la Federación Andaluza de
Cofradías de Pescadores.EFE
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