La conferencia más grande de la historia de las Naciones Unidas, una
cumbre anunciada como una oportunidad histórica para construir un futuro
ambiental más propicio, parece esfumarse.El presidente estadounidense Barack Obama probablemente no asistirá, y los gobernantes de Gran Bretaña y Alemania se retiraron. Toda la delegación del Parlamento Europeo canceló.
Y cuando quedan menos de seis semanas para la Conferencia Río+20 sobre desarrollo sostenible, las negociaciones para producir una declaración final se han estancado en medio de disputas. Inconvenientes logísticos también amenazan con descarrilar el evento.
Aunque la ciudad anfitriona de la conferencia, Río de Janeiro, también se prepara para organizar enormes sucesos como la final del Mundial de fútbol de 2014 y los Juegos Olímpicos de 2016, su infraestructura hotelera sigue siendo insuficiente. Con un total de 33.000 camas para atender a los más de 50.000 visitantes que se espera inunden la ciudad durante la cumbre del 20 al 22 junio, el alcalde ha recurrido a pedir a los residentes que abandonen la ciudad y alquilen sus apartamentos a los delegados.
Los críticos sostienen que tales medidas provisionales serán insuficientes y llegaron demasiado tarde.
La conferencia es la continuación de la Cumbre de la Tierra de la ONU en 1992, también celebrada en Río de Janeiro, que ayudó a posicionar el tema del cambio climático en la agenda mundial. Veinte años más tarde, el cambio climático sigue siendo un tema tan polémico que la conferencia de aniversario se centrará más bien en el tema más aceptable del desarrollo sostenible: crecimiento económico que satisfaga las necesidades actuales de los humanos sin devorar recursos al punto de descarrilar el futuro.
Pero hasta eso ha sido difícil de vender.
Las conversaciones para negociar la parte más importante del documento final de la conferencia han fracasado. La ONU anunció el 5 de mayo que una ronda de negociaciones de último minuto se programaron después de que las dos anteriores arrojaron un texto vago y repetitivo.
Un comunicado de la ONU citó al Secretario General de Río+20 Sha Zukung, quien criticó el texto como "muy lejos del documento político centrado" que se requiere.
Los puntos de fricción incluyen temores de los países en desarrollo en el sentido de que el enfoque económico-ecológico de la conferencia podría obstaculizar su crecimiento. Otros países han "expresado su preocupación por la rendición de cuentas y la aplicación de los compromisos asumidos", dijo la declaración de la ONU.
"Esta reunión debería provocar un cambio transformador", dijo Daniel Mittler, un director político de Greenpeace que encabeza la delegación de 11 personas del grupo ecologista en Río+20. "Lo que está sobre la mesa es lo mismo de siempre: objetivos completamente insuficientes y falta total de sentido de urgencia".
La probable ausencia de los líderes de primer nivel sugiere que muchos gobiernos ya han dado por perdida la conferencia. Funcionarios de la embajada alemana en Brasilia dijeron esta semana que la canciller Angela Merkel había enviado sus disculpas. También lo hizo el primer ministro británico David Cameron, informó un vocero de la embajada británica. Sin embargo, el presidente electo de Francia, Francois Hollande, y el gobernante de Rusia, Vladimir Putin, van a asistir, dijo el jueves el gobierno de Brasil.
Obama aún no ha declinado la invitación oficialmente, pero un portavoz de la embajada de Estados Unidos dijo que todos los indicios sugieren que el presidente norteamericano, en medio de su campaña de reelección, tampoco asistirá.
El ascendente costo del alojamiento durante la conferencia ha provocado otras cancelaciones. El Parlamento Europeo eliminó la totalidad de su delegación de 11 personas debido al impresionante aumento de los precios de los hoteles, que un portavoz dijo eran 10 veces superiores a los cálculos iniciales.
El costo promedio de una habitación en Río durante la conferencia se ha elevado a 818 dólares por noche, según un informe de esta semana de Agencia Brasil, la organización estatal de noticias. Y algunos hoteles se están aprovechando de la escasez de alojamiento, al exigir a los huéspedes en el hotel reservar durante la semana entera, incluso si tienen la intención de permanecer por apenas tres o cuatro noches.
"El enorme incremento en el costo estimado de asistir a la cumbre es sencillamente injustificable en un momento en que muchos europeos enfrentan dificultades económicas", dijo Matthias Groote, un legislador alemán que preside el comité de medio ambiente del Parlamento Europeo.
En un micromensaje a través de Twitter, el hombre que iba a encabezar la delegación del Parlamento Europeo, el holandés Gerben-Jan Gerbrandy, instó al gobierno brasileño a "controlar los costos para evitar un enorme fracaso".
Los precios estratosféricos podrían significar recortes incluso en la propia delegación del gobierno brasileño. Agencia Brasil citó que el líder de la cámara baja Marcos Maia dijo que los contribuyentes no pagarían la cuenta de alojamiento de las 100 personas que tomarían parte en la conferencia. Sólo participarían aquellos que estén de acuerdo en pagar su propio alojamiento, según el informe.
Maia también pidió una investigación parlamentaria sobre el aumento de los precios, y el canciller Antonio Patriota dijo a los periodistas que el gobierno estaba "preocupado" al respecto.
"Queremos que Río+20 sea incluyente", dijo Patriota, que habló el jueves en la capital, Brasilia.
El colapso logístico se perfila como un ensayo general de problemas más graves durante el Mundial de Futbol del 2014, cuando se esperan cerca de 80.000 visitantes, de acuerdo con la autoridad de turismo de la ciudad. Incluso más personas, unas 200.000, visitarían la ciudad durante los Juegos Olímpicos.
El organizador de la Copa Mundial de la FIFA ya ha expresado preocupaciones por la escasez de habitaciones en la ciudad, a pesar de la construcción de hoteles en marcha antes del torneo de fútbol de 2014. Río tiene previsto construir 17 mil habitaciones de hotel más para los Juegos Olímpicos de 2016, 2 mil habitaciones más de las prometidas por la ciudad como parte de su candidatura para organizar las justas.
En comparación, Londres ofrecerá 110 milhabitaciones de hotel antes de los Juegos Olímpicos de este año, más de tres veces la capacidad actual de Río de Janeiro.
De momento, con la falta de unas 20 mil camas durante Río+20, según cálculos de un grupo que representa el sector hotelero brasileño, el alcalde Eduardo Paes hizo un llamamiento a los ciudadanos a alquilar sus apartamentos a los delegados.
Para facilitar lo que la ciudad denominó como casas de huéspedes, la autoridad de turismo había previsto poner en marcha un sitio web dedicado al tema a comienzos de abril. El sitio todavía no está en línea.
Paes también ha presionado para decretar las fechas de la conferencia como un festivo de tres días a mitad de semana, con el cierre de escuelas e instituciones públicas, en un intento por sacar los coches de las calles y evitar que el tránsito de la ciudad se paralice.
Nikhil Seth, director de la División para Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas, defendió la gestión del gobierno como parte de los preparativos para la conferencia, que dijo era las más grande jamás organizada por la ONU.
"Nos quedamos bastante satisfechos con toda la interacción que tuvimos con el gobierno local allí y con el gobierno central y los esfuerzos que están haciendo para lograr que funcione la logística", dijo Seth.
Seth insistió en que las prolongadas negociaciones previas a la conferencia no son un mal presagio para el éxito del evento; a pesar de las probables ausencias de Obama, Merkel y Cameron, todavía se espera que el acto atraiga unos 135 jefes de Estado y de gobierno o vicepresidentes, señaló el funcionario.
Eso podría superar la cumbre de Copenhague de 2009, a la que asistieron 110 jefes de Estado o de Gobierno con cerca de 15 mil delegados.
"Algunos quieren verla (la ronda adicional de negociaciones) como una nube oscura que muestra las dificultades por delante. Pero también muestra la importancia que todos los países conceden a este documento final y a la conferencia", dijo Seth.
Para el urbanista Vinicius Neto, Río está recurriendo una vez más a medidas de emergencia en lugar de invertir en soluciones duraderas.
"En lugar de abordar los graves problemas de infraestructura, incluida la movilidad urbana, el gobierno propone desconectar la ciudad y su economía", dijo Netto, profesor de la Escuela de Arquitectura de la Universidad Federal Fluminense.
Las explicaciones oficiales tampoco bastaron para Mittler, de Greenpeace.
"No hay duda de que los preparativos para esta conferencia han sido un desastre en todos los aspectos", dijo. "Va a ser muy difícil para ellos pretender que han tenido éxito. Pero pueden estar seguros de que lo van a intentar".
No hay comentarios:
Publicar un comentario