Las infinitas posibilidades de la exploración antártica han hecho que la investigación científica del "continente blanco" sea hoy una de las principales apuestas estratégicas de Chile.
Con la aspiración de convertirse mundialmente en la puerta de
entrada a este territorio tan inhóspito como codiciado por las grandes
potencias, Chile lleva a cabo estos días la más numerosa de sus
expediciones científicas antárticas, desde su inicio en 1947.
Desde
noviembre hasta febrero un total de 250 personas, 170 de las cuales son
científicos, trabajan en las estaciones antárticas chilenas diseminadas
por el archipiélago de las Shetland del Sur. Un remolcador y un buque
de la Armada hacen de medio de transporte.
A cargo de la campaña está el Instituto Antártico Chileno (INACH),
un organismo público que cuenta con un presupuesto anual de 70 millones
de dólares y el apoyo de otras entidades, como la Comisión Nacional de
Ciencia y Tecnología.
Su director, José Retamal, está satisfecho
del nivel que ha ido adquiriendo la investigación antártica en Chile,
como pone de manifiesto el hecho de que el año pasado se presentaron a
concurso 90 proyectos, 24 de los cuales fueron incorporados al Programa
Nacional de Ciencia Antártica.
Cambio climático, especies y microorganismos
En total existen actualmente 64 líneas de investigación abiertas que abarcan desde los fenómenos relacionados con el cambio climático hasta la descripción de especies medioambientales, pasando por la búsqueda de microorganismos de utilidad para la industria.
En total existen actualmente 64 líneas de investigación abiertas que abarcan desde los fenómenos relacionados con el cambio climático hasta la descripción de especies medioambientales, pasando por la búsqueda de microorganismos de utilidad para la industria.
Otro indicador del
creciente interés de Chile por la exploración del continente blanco es
la reciente firma de convenios de cooperación con países que están
considerados potencias de la investigación antártica, como es el caso de
Brasil y el Reino Unido.
Además, el promedio de edad de los
investigadores, que hasta hace poco era de 60 años, hoy en día apenas
alcanza los 40."Cada día hay mayor entusiasmo y más gente joven
trabajando", explica a Efe Retamal, que lleva nueve años al frente del
INACH.
Investigadores chilenos y extranjeros
Aunque la bonanza económica del país le permite disponer de un presupuesto aceptable, en el Instituto Antártico Chileno no hay científicos de plantilla. Para optimizar los recursos, los programas los realizan investigadores de universidades chilenas y extranjeras.
Aunque la bonanza económica del país le permite disponer de un presupuesto aceptable, en el Instituto Antártico Chileno no hay científicos de plantilla. Para optimizar los recursos, los programas los realizan investigadores de universidades chilenas y extranjeras.
Este es el caso de Juan Pablo Monrás, del Laboratorio de Microbiología y Nanobiotecnología de la Universidad Andrés Bello, especializado en microorganismos capaces de sintetizar nanopartículas fluorescentes llamadas "quantum dots".
Estos
elementos tienen diversas aplicaciones en el campo de la medicina y en
la fabricación de paneles solares. La ventaja de hallarlos en la
naturaleza, en lugar de sintetizarlos artificialmente, es que son más
baratos y no son tóxicos.
Arrodillado junto a la ladera de un glaciar en isla Rey Jorge de donde
extrae muestras, este joven científico se muestra satisfecho con el
trabajo de campo de este día porque ha encontrado gran variedad de
musgos y líquenes.
Éste no parece ser el caso de Guo Yiyi, una investigadora de la Expedición Antártica China que viaja con los científicos chilenos y que todavía no ha hallado lo que está buscando.
Éste no parece ser el caso de Guo Yiyi, una investigadora de la Expedición Antártica China que viaja con los científicos chilenos y que todavía no ha hallado lo que está buscando.
Ella
es especialista en el estudio de partículas contaminantes permanentes
procedentes de áreas pobladas e industrializadas y que van a dar a la
Antártica como si de un gigantesco sumidero se tratara.
Estudiantes en la expedición
Para fomentar la afición por la exploración del "continente helado" entre los estudiantes, el Instituto Antártico Chileno lleva a cabo todos los años una feria escolar cuyos ganadores participan después en la expedición científica.
Para fomentar la afición por la exploración del "continente helado" entre los estudiantes, el Instituto Antártico Chileno lleva a cabo todos los años una feria escolar cuyos ganadores participan después en la expedición científica.
Entre los seleccionados de este año están Raúl, Pilar y Sofía,
tres estudiantes de Antofagasta, una región minera situada en el
sofocante desierto de Atacama, que jamás habían soñado con una aventura
como la que están viviendo estos días.
Las largas jornadas del
verano austral, los parajes inexplorados y las temperaturas extremas
acrecientan el interés de estos jóvenes por ser los futuros científicos
polares.
Este año, los escolares chilenos comparten sus vivencias
con un grupo de estudiantes finlandeses, en una experiencia piloto que
buscar crear conciencia entre las jóvenes generaciones por el deterioro
medioambiental en las zonas polares.
Tras permanecer cinco días en
la base chilena "Julio Escudero", conocer las instalaciones científicas
de otros países y colaborar en la limpieza de la bahía Fildes, estos
aprendices de científico se enrolarán en el buque "Aquiles".
En
este barco de la Armada chilena tendrán la oportunidad de atravesar el
agitado mar de Drake, rumbo al continente, y conocer de primera mano el
trabajo de los veteranos investigadores a los que tanto admiran.EFEverde
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