Greenpeace ha denunciado en reiteradas ocasiones los problemas que ocasiona el fracking: contaminación de las aguas subterráneas y superficiales, ocupación y destrucción del territorio
ECOticias.
Mañana jueves, 10 de mayo, el Parlamento vasco discutirá la
Modificación de la Ley 16/1994, de 30 de Junio, de Conservación de la
Naturaleza del País Vasco. Esta modificación permitiría que actividades
mineras y extractivas, como la explotación de gas natural mediante la
técnica de fracking, pudieran realizarse en cualquiera de los espacios
protegidos de Euskadi.
Greenpeace pide al Gobierno vasco responsabilidad y que el Parlamento
descarte este cambio normativo debido a las nefastas consecuencias que
tendría para el medio ambiente.
Greenpeace ha denunciado en reiteradas ocasiones los problemas que ocasiona el fracking: contaminación de las aguas subterráneas y superficiales, ocupación y destrucción del territorio, terremotos inducidos y emisiones de gas metano a la atmósfera. Además, parte de las emisiones terminan alcanzando los pozos, depósitos y la red de abastecimiento de agua potable. En resumen, los problemas que causa esta actividad son mucho mayores que los que resolvería.
"El cambio legislativo que mañana lleva al Parlamento el Gobierno vasco es un retroceso sin justificación en la legislación ambiental de Euskadi. La respuesta a la crisis no puede pasar por sacrificar el medio ambiente y el bien común en favor de intereses económicos de empresas privadas", ha declarado Julio Barea responsable de la campaña de Energía y Cambio Climático.
"La solución a la demanda energética de Euskadi pasa por apostar e invertir dinero en impulsar fuentes renovables de generación de energía. Y no dedicar fondos públicos en apoyar técnicas sucias, obsoletas y destinadas a seguir produciendo y agravando el cambio climático como se está haciendo", ha añadido Julio. Los informes realizados por Greenpeace, Renovables 2050, 100% Renovables y Energía 3.0 demuestran que para Euskadi es viable, económica, técnica y ambientalmente, abastecerse de energías limpias.
Greenpeace ha denunciado en reiteradas ocasiones los problemas que ocasiona el fracking: contaminación de las aguas subterráneas y superficiales, ocupación y destrucción del territorio, terremotos inducidos y emisiones de gas metano a la atmósfera. Además, parte de las emisiones terminan alcanzando los pozos, depósitos y la red de abastecimiento de agua potable. En resumen, los problemas que causa esta actividad son mucho mayores que los que resolvería.
"El cambio legislativo que mañana lleva al Parlamento el Gobierno vasco es un retroceso sin justificación en la legislación ambiental de Euskadi. La respuesta a la crisis no puede pasar por sacrificar el medio ambiente y el bien común en favor de intereses económicos de empresas privadas", ha declarado Julio Barea responsable de la campaña de Energía y Cambio Climático.
"La solución a la demanda energética de Euskadi pasa por apostar e invertir dinero en impulsar fuentes renovables de generación de energía. Y no dedicar fondos públicos en apoyar técnicas sucias, obsoletas y destinadas a seguir produciendo y agravando el cambio climático como se está haciendo", ha añadido Julio. Los informes realizados por Greenpeace, Renovables 2050, 100% Renovables y Energía 3.0 demuestran que para Euskadi es viable, económica, técnica y ambientalmente, abastecerse de energías limpias.
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