Una gran operación contra la pesca ilegal desarrollada en el embalse deMequinenza (Aragón),
foco de atracción para los aficionados debido a la presencia en sus
aguas de grandes ejemplares de siluro, se ha saldado con 147 denuncias
por infracciones medioambientales diversas.
El desarrollo de la operación, llevada a cabo el pasado día 12
de este mes, ha sido detallado en rueda de prensa por el teniente jefe
del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia
Civil de Zaragoza, Francisco Javier Rodrigo, y el responsable de la
Unidad Territorial de Caspe, Agustín Díaz.
Los dieciséis agentes
que intervinieron en el operativo, con vehículos todo terreno y una
lancha neumática, intervinieron 84 cañas de pescar, retiraron 57 boyas
de fondo ilegales para la captura de especies piscícolas y formularon
147 denuncias contra grupos de pescadores que se encontraban en la zona.
Boyas de fondo
El capitán jefe del Seprona ha explicado que la mayor parte de las denuncias fueron por prácticas ilegales en la pesca como el uso de más cañas de pesca de las autorizadas para un único pescador, el empleo de boyas de fondo y la utilización ilegal de cebos vivos como anguilas y alburnos.
Según ha comentado, el 95 por
ciento de los denunciados son extranjeros residentes en España y entre
ellos rumanos, búlgaros y moldavos aficionados a la práctica de la pesca
deportiva.
Algunos de ello se habían desplazado más de mil
kilómetros para practicar la pesca en el denominado "Mar de Aragón",
situado entre las comarcas de Caspe y del Bajo Aragón.
Aunque el
mayor número de denuncias fueron contra la normativa aragonesa de pesca
(65), los agentes formularon otras por el uso de embarcaciones sin
matricular o sin desinfectar (13), por acampadas ilegales (23), por
hacer fuego en zonas no autorizadas (19), por daños a especies
catalogadas (2), por vertido de residuos (1) y por resistencia leve a la
autoridad (1).
Primera operación de este tipo en Mequinenza
Esta operación se enmarca en una campaña de vigilancia continua del embalse de Mequinenza que se inició a principios de 2012 y que continuará hasta finales de año, y es la primera realizada de gran envergadura.
El
responsable del Seprona ha comentado que hasta un día antes, la
vigilancia se había limitado a patrullas esporádicas diarias de dos
personas con la misión de cubrir un territorio, las riberas del embalse
de Mequinenza, de vastas proporciones.
Hasta
entonces, los agentes formularon 132 denuncias por infracciones
medioambientales diversas relacionadas en su mayor parte con la pesca
ilegal.
Siluro
El jefe de la Unidad del
Seprona de Zaragoza ha señalado que la presencia en las aguas del
embalse de siluro, que en condiciones favorables puede alcanzar los 150
kilogramos de peso, es un foco de atracción, tanto para las empresas
especializadas en el desplazamiento de aficionados a la captura de este
tipo de ejemplares como a los pescadores que "van por libre".
Este
tipo de pescadores, ha añadido, es el que acapara el mayor número de
infracciones medioambientales y genera mayor suciedad tanto en las
riberas como en las propias aguas del embalse.
Al respecto, el
jefe de la Unidad Territorial de Caspe ha explicado que la pesca
deportiva es un "motor" para la economía de la zona, debido a la
presencia de numerosos pescadores en las riberas del embalse.
Las
acciones llevadas a cabo desde hace unos años en el entorno del Mar de
Aragón ha permitido constatar al Seprona un cambio en la tipología de
las infracciones detectadas.
Así, el responsable de la Unidad ha
explicado que mientras el mayor número de denuncias formuladas hace dos
años eran por carecer de licencia, en la actualidad son por el uso de
artes y prácticas ilegales. EFEverde

No hay comentarios:
Publicar un comentario