El auge de la industria del carbón en el estado australiano de Queensland puede tener "un serio impacto" en la recuperación de la población de las ballenas jorobadas, según un estudio divulgado hoy en el país oceánico.
Las
ciudades de Mackay y Gladstone, que son claves para el desarrollo de
proyectos de carbón y gas en Queensland y aledañas a la reserva marina
de la Gran Barrera de Coral, tienen previsto aumentar el tráfico
marítimo para transportar estos recursos.
Asimismo en el puerto de Gladstone se realizan importantes
obras de dragado como parte de un proyecto de explotación de gas natural
licuado (GML).
La ejecución de todos estos proyectos supondría un
aumento de las exportaciones de carbón de 156 a 944 millones de
toneladas en 2020 y un mayor tránsito de barcos por las aguas de la Gran
Barrera que supondrá un aumento de 1.722 a 10.150 barcos para ese año.
Peligro para las ballenas
El
estudio alerta de que las ballenas afrontan el riesgo de ser embestidas
por los barcos o de sufrir un fuerte nivel de estrés por intentar
evadir a las naves.
"El aumento del tránsito marítimo puede
desencadenar un incremento en choques de barcos y puede tener un serio
impacto en la recuperación de las especies de ballenas", dijo Smith.
Esta
advertencia se da cuando el número de ballenas jorobadas aumenta en un
diez por ciento cada año y se espera que este invierno austral totalicen
los 17.000 ejemplares.
Una misión de Unesco en Australia advirtió
en marzo pasado que el aumento de la actividad minera pone en peligro
la Gran Barrera de Coral, declarada Patrimonio de la Humanidad en 1981.
EFEverde
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