domingo, 13 de mayo de 2012

El aumento de temperatura en el mar del norte de Perú ha ahuyentado bancos de peces y provocado la muerte masiva de aves marinas por falta de alimento, situación que podría extenderse a otras zonas del país si persisten las actuales condiciones del clima, dijo el miércoles el Gobierno.
Autoridades relacionadas al cuidado del medio ambiente y de salud pública de Perú dijeron en una conferencia de prensa que el calentamiento del Pacífico se ha producido por la presencia desde febrero de aguas cálidas provenientes de Ecuador y Australia, alterando el ecosistema marino.
Esto generó la huída de especies como la anchoveta -alimento básico de los pelícanos- y la muerte por inanición de unos 5.000 aves marinas en las últimas semanas, informaron.
Junto al caso de los pelícanos, en los últimos meses aparecieron muertos en la costa norte del país al menos 870 delfines y su causa aún se investiga, según las autoridades.
"El calentamiento reciente del mar está modificando los patrones del ecosistema", dijo el viceministro de Recursos Humanos del Ministerio del Ambiente, Gabriel Quijandría.
"Esto ha generado una alteración de la distribución natural de peces como la anchoveta y otras especies que han migrado hacia aguas más profundas y en dirección al sur, lo que ha ocasionado una disminución de la disponibilidad de alimento, principalmente de pelícanos y piqueros", precisó.
El fin de semana, el Gobierno declaró alerta sanitaria de su costa y recomendó a la población no acudir a varias playas a lo largo de cientos de kilómetros del país, mientras investigaba la causa de la muerte de cientos de pelícanos.
Un evento parecido ocurrió en 1997, cuando aparecieron muchos pelícanos muertos en la costa norte de Perú ante la escasez de la anchoveta, debido al calentamiento del mar por el fenómeno climático conocido como El Niño.
La anchoveta habita principalmente frente a las costas de Perú y Chile por la abundante presencia de nutrientes. Esta especie es el insumo clave para la producción de harina de pescado, del cual Perú es el mayor productor del mundo.
Quijandría dijo sin embargo que es prematuro hablar de la presencia del fenómeno climatológico El Niño, pues el actual calentamiento del mar no tiene aún patrones definidos.
Pero "de persistir estas condiciones, es probable que su impacto se extienda a otras zonas de nuestro litoral inclusive durante el otoño, lo que hará que las cifras puedan incrementarse y afectar a otras especies marinas", afirmó.
El funcionario dijo que tras exámenes a aves muertas se ha descartado la presencia de virus de la "influenza aviar patogénica" en esos animales, de riesgos para la salud humana.
Con ello Quijandría garantizó el consumo de pescado o recursos marinos, que había disminuido en los últimos días ante el temor en la población de que estén contaminados.
Frente a un posible impacto del calentamiento del mar en la clave industria pesquera local, expertos dijeron que no se prevé por ahora consecuencias pues los barcos anchoveteros realizan sus faenas en aguas profundas y alejadas de la costa.
"No hay efectos además porque este calentamiento se está registrando al norte de Perú y la zona sur de pesca está normal", dijo a Reuters el jefe de economía y estadística del mayor gremio empresarial pesquero del país, Jorge Vigil.
MISTERIO EN DELFINES
Respecto a los cientos de delfines muertos, las autoridades dijeron que se ha desestimado que sea por infecciones bacterianas, contaminación de metales pesados o pesticidas.
"Sobre la base de los ejemplares analizados, no es posible asociar esta mortandad a las actividades de exploración sísmica petrolera" en la zona, dijo Quijandría.
En la zona norte en el mar de Perú opera la petrolera estadounidense BPZ Energy. La firma dijo recientemente que las muertes de delfines fueron reportadas antes de que realizaran sus pruebas sísmicas en febrero, las cuales afirma cumplen con todos los estándares en materia de seguridad marina.
La organización no gubernamental local ORCA ha dicho que la muerte de los delfines ha sido como consecuencia de "agudas ondas sonoras", provocadas por las pruebas sísmicas 3D que realizan las petroleras para confirmar crudo en el mar.
Carlos Yaipén, director de ORCA, dijo en otra conferencia de prensa que tras el análisis a 30 delfines muertos se detectaron burbujas en sus órganos, hemorragias en los oídos internos y fracturas simples en los huesos de oído de estos animales.
"En el caso de los delfines sufrieron el síndrome de descompresión aguda, esto fue causado por un traumatismo gaseoembólico, es decir gas en todo el sistema circulatorio y producido por impacto acústico", dijo Yaipén.

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